Mi Primer Negocio
Desde pequeña tenía claro que debía encontrar la forma de ganarme la vida.
Tuve mi primer negocio cuando tenía unos siete años. En mi casa vendía chucherías que compraba en el quiosco de la esquina de calle San Telmo, enfrente de la papelería Denis. Por una peseta me daban diez caramelos de “a gorda” y se los vendía a mis hermanos dándoles ocho caramelos por peseta. Así obtenía dos gordas de beneficio y ellos se ahorraban tener que ir a la calle a comprarlos. Con catorce o quince años, en verano, di clase a los hijos de nuestros vecinos. Les enseñaba inglés, lengua y matemáticas. A esa edad vendí mi primer cuadro: una reproducción de El Baño del Caballo de Sorolla que me encargó mi tio Paco, y me pagó quinientas pesetas en el año 75.
Aunque estudié medicina y dediqué la mayor parte del tiempo a mi profesión y a las tareas domésticas, el dibujo y la pintura me habían gustado siempre, pero nunca los tomé tan en serio como para dedicarme a ello.
He decidido que ha llegado el momento y he incorporado el arte a mi vida como segunda profesión. Pintar y dibujar me hacen feliz. A día de hoy publico mis proyectos en mi portfolio web y vendo mi obra artística en mi tienda online.
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