La Luz del Otoño
Siento la luz del Otoño aunque el verano aún no ha acabado.
Los vencejos se han marchado. Las golondrinas se agrupan para comenzar su migración. Han cambiado los sonidos del jardín y los cables de la luz no se ven salpicados de pequeñas manchas oscuras.
Poco a poco recogeré el mobiliario de verano, las toallas, las hamacas y la sombrilla. La piscina quedará en reposo, sin nadie que perturbe la imagen del mosaico del delfín. Nadie se columpiará bajo el limonero.
Aparecen los primeros caracoles, buscando la humedad del césped, poniendo sus cuernos al sol.
Me vuelven las ganas de hacer punto, de comprar algún ovillo de lana nuevo con el que hacer que el tiempo muera lento, muera en paz.
Muy pronto tu y yo nos volveremos a sentar juntos en el sofá, al calor del fuego de la chimenea, intentando encontrar cada uno el calor del otro.
Disfrutemos del Otoño mientras la vida no nos sumerja en un crudo invierno del que quizás algún día nos cueste salir.