El Gran Salto

Suelo observar la naturaleza, sus pequeños detalles. El otro día contemplé un salta­montes pequeño en mi jardinera. El verde de su caparazón se confundía con el de las ramas del rosal que le estaba alimentando. Tenía que dibujar aquél espécimen, me gustaba para una composición de mis retratos con retoques digitales.

En la antigua Grecia este insecto era considerado el mensajero de grandes avances, progresos, felicidad y prosperidad. Jamás camina hacia atrás, sólo puede avanzar. Son los primeros en aprovechar las oportunidades, los primeros en saltar hacia nuevos horizontes sin tocar el suelo. El encuentro con él nos comunica que debemos olvidar el pasado y progresar. Se nos invita a confiar en lo que la vida tiene reservado para nosotros, viene a decirnos que nuestra vida va a evolucionar sin darnos cuenta. Estamos preparados para el gran salto. Nuestro momento de ser felices es ahora. Nuestras puertas de la felicidad se han abierto. 1

Del mismo modo que Kwai Chang Caine, el Pequeño Saltamontes, protagonista de la serie televisiva Kung-Fú, yo me propuse hacer frente a todas las vicisitudes que encontrara en mi camino. La vida me había dado una señal para creer en mi propia metamorfosis, me convertiría en un saltamontes adulto capaz de volar, de conseguir mis aspiraciones y ser feliz con mis logros. Aunque lo intento cada día, a veces sigo sintiéndome ninfa porque en el fondo estamos más seguros encerrándonos dentro de nosotros mismos.

Espero que cada uno de vosotros encontréis vuestro pequeño saltamontes y seáis capaces de dar el Gran Salto.

Escrito en 2019

Retrato a lápiz y acuarela sobre papel, retoque digital.

June 20, 2020

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