El Adagio
En clase de pilates Nuria ha puesto un adagio1 como música de fondo, el Concierto de Aranjuez. 2 Sus suaves palabras, durante la relajación, han permitido que nos dejemos llevar por la música. Ella nos sugirió hacer consciente aquello que estábamos sintiendo en ese momento.
Yo, al oir la palabra adagio, he recordado el Adagio de Albinoni,3 cuya melodía ambienta el vídeo de mi boda.
En mi mente se han mezclado las dos músicas y cada una de ellas me ha traído diferentes recuerdos de una misma época. Con el Adagio de Albinoni me he convertido en espectadora y me he visto entrando en la iglesia el día de mi boda. Llevaba un traje de raso blanco, con un velo de tul, muy vaporoso. Iba andando bien erguida y orgullosa, caminaba como flotando, sin poner los pies en el suelo. Me he visto desde atrás y me he fijado en el escote triangular del vestido, que deja parte de mi joven espalda al descubierto. Sobre mi cuello descansa parte del peinado "recogido" que va adornado a ambos lados por flores blancas. En medio de todo ello resalta mi pelo negro. Voy cogida del brazo de mi padre (una de las personas que más he querido).
Detrás de mí camina un jovencísimo Manolo, cogido del brazo de su madre. Los invitados forman parte de la decoración de la iglesia. No veo nada más.
El recuerdo de la música del italiano me produce sensación de tranquilidad, de placidez. De repente, la guitarra del concierto de Aranjuez atrae mi atención. Oigo risas, estamos muy contentos. Rememoro momentos de pasión, de alegría, de juventud, recuerdo de un tiempo pasado muy feliz que quisiera traer a mi presente.
La segunda acepción de la palabra adagio en el Diccionario de la Real Academia de la Lengua es: Voz italiana que se usa internacionalmente en el lenguaje musical para indicar que la ejecución debe realizarse con movimiento lento. Por tratarse de un extranjerismo crudo, conserva su pronunciación original (adayo). ↩
Concierto de Aranjuez, una composición musical para guitarra y orquesta obra del compositor español Joaquín Rodrigo escrito en 1939. ↩
Adagio de Albinoni, obra compuesta por el italiano Remo Giazotto en 1945, para cuerda y órgano en sol menor. ↩