De Guía Turístico

Hoy he recorrido los Jardines de la Catedral de Málaga llevando de una mano a Gloria y de la otra a Javi (mis sobrinos-nietos). Como turistas, aunque sin pagar y acompañados también de la recién nacida María y su madre, hemos visitado su interior.

He hecho de guía para los niños. Aunque no soy una erudita ni experta en la Basílica de la Encarnación, la información que les he dado ha sido suficiente para ellos, pues tienen tres y cinco años respectivamente.

Nos han llamado la atención las bóvedas, las inmensas columnas y muros que las soportan y las grandes lámparas que cuelgan del techo. Hemos recorrido sus tres naves mientras nos cruzábamos con grupos de gente encabezadas por un guía y nos hemos fijado en el altar mayor. A lo lejos he oído nombrar al escultor granadino Alonso Cano.

Nos hemos detenido especialmente en el coro y les he explicado a los niños que las figuras de los asientos las habían hecho "recortando trozos de madera a un tronco de árbol". Les he enseñado el órgano, compuesto por un montón de tubos de diferentes grosores y situado a ambos lados. Hemos visto un atril con forma de águila en cuyas alas se apoya el libro de lecturas.

Agarrados de las manos, como si estuvieran pegadas unas a otras, hemos inclinado nuestras cabezas, mirando hacia arriba y les he explicado qué son las vidrieras y la belleza que tienen.

Nos hemos parado delante de algunas pinturas y esculturas, deteniéndonos un poco mas en la parte trasera del coro, donde están La Piedad y a sus lados San Juan y María Magdalena.

Junto a ellos me he sentido no solo niña sino pequeña bajo la majestuosidad de nuestra catedral. Vale la pena visitarla.

October 16, 2022

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