Cosas que se acaban
No termino de creerme que mañana es el último día que voy a trabajar en la consulta. El lunes, un poco antes que otros años, empezaremos las vacaciones. Pero esta vez, acabado el mes de agosto no habrá reincorporación al trabajo. Las vacaciones se prolongarán en el tiempo de manera indefinida.
He ido despidiéndome de mis pacientes poco a poco. Una retirada anunciada que no tiene vuelta atrás.
Cierro el capítulo de mi vida laboral en relación a la medicina, 42 años en activo y de ellos 35 como médico estomatólogo (tres de especialidad y treinta y dos trabajando). Ejerciendo en mi clínica dental a solas. Tomando decisiones a solas. Desvelándome a solas con las cosas que a veces se han complicado. Alegrándome a solas de saber que he tenido muchos paciente fieles a los que he ayudado y muchos con los que nos hemos reído.
A lo largo de 32 años he tenido tres auxiliares principales y alguna sustituta en periodos cortos. Primero Cloti, después Maribel y por último Nuria que me ha acompañado durante la mitad de este ciclo. A ella en concreto le quiero dedicar especial atención, pues su futuro ahora es un poco incierto. Soy consciente de ello y ha sido una de las razones por la que la decisión de optar por la jubilación me ha resultado aún más dura. Quiero agradecerle su dedicación y paciencia. Ambas nos hemos tolerado, sin faltarnos al respeto, en situaciones buenas y en las no tan buenas. Con mi buen humor y con el malo. Nos conocemos como si fuésemos madre e hija. Espero que la vida le depare cosas buenas.
Por mi parte ya no espero mucho mas, me siento satisfecha con respecto a mi vida laboral. Ahora podré dedicarme de lleno a mi segunda profesión y a mi familia. Alimentar "el arte", que ha estado presente siempre en mi vida y que me ayuda a afrontar el día a día de forma más llevadera.
Solo espero que lo cotidiano no se convierta en hastío y que mi fuerza interior me siga empujando hacia delante.
Mañana (día 19 de julio de 2024) cierro otro ciclo. No puedo evitar emocionarme.