Cada vez que te vas

Como un reflejo condicionado de Paulov y, sin poder evitarlo, cada vez que te vas lloro y siento un profundo dolor. Aún estando contenta mis lágrimas brotan solas, cada una de ellas pesa y avanza un poco más que la anterior. Y como si del deshielo de una montaña se tratara recorren mi cara. Por eso, a veces, pienso que sería mejor que no vinieras y poder así conservar el estado de alegría, tranquilidad y paz interior que tengo una vez que pasa el momento de la despedida.

February 19, 2018

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