Pliegues, Nü-Shū es una obra realizada en relación al tema del Empoderamiento de la Mujer. He elegido abanicos antiguos que representan personas reales que hablaron en un tiempo medio a escondidas, y en los que podemos apreciar el efecto del paso del tiempo, de las vivencias. Quiero liberar de ellos las palabras, en su mayoría de mujeres, para hacerlas visibles, desvelar las frases e intentar que se lea, vea, oiga y considere a las mujeres en igualdad, haciéndolo con un objeto que no es patrimonio de una sola cultura sino que tiene un lenguaje universal, el abanico.
Para este proyecto empleo como objeto principal el abanico. Me llaman la atención como objeto. Un objeto que, además de ser empleado para su uso propio, fue utilizado por las mujeres como medio para comunicarse con los hombres, a escondidas de sus padres o tutores. De este modo, empleo el abanico como metáfora en representación de las personas que en un tiempo hablaron a escondidas, reflejando la falta de libertad de expresión.
Investigando acerca del lenguaje del abanico, encontré un artículo de marzo de 2011 donde se hacía eco de la existencia del Nü-Shū. Nü-Shū, traducido literalmente como "escritura de mujeres", es un sistema silábico de escritura usado por las mujeres de la región de Jianyong en Hunan, al sur de China. Y, aunque existía desde el siglo III de nuestra era, no se conoció en el mundo occidental hasta finales del siglo XX. Esta escritura era transmitida de madres a hijas pasando desapercibida entre los hombres, y era utilizada en abanicos y bordados, en los cuales se han encontrado a modo de diarios íntimos, reflexiones, miedos o descripciones de hechos cotidianos. Hay que tener en cuenta que a las mujeres de la China Antigua se les prohibía la educación y debían vivir encerradas en las casas de sus padres o maridos. Una de las últimas mujeres que utilizó el Nü-Shū fue Yang Huanyi, que murió en 2005, a los 98 años de edad.
Actualmente, cuando parecía que el Nü-Shū iba a perderse, se ha convertido en un atractivo turístico, hasta el punto de existir un museo del Nü-Shū en la ciudad de Huan. De este modo decidí dar forma a esta obra, en relación a la reivindicación de la libertad de expresión de las mujeres, empleando abanicos de distintos materiales que representan a las diferentes mujeres del mundo. Así, forman parte del proyecto abanicos con varillas de madera, nácar o hueso, con el país de papel, tela o encaje. Todos usados, más o menos conservados. Abanicos de niña y mujer adulta para abarcar la pluralidad de las mujeres, uniéndolas en su reivindicación.
En resumen, quiero liberar de ellos las palabras, en su mayoría de mujeres, para hacerlas visibles, desvelar las frases e intentar que se lea, vea, oiga y considere a las mujeres en igualdad, haciéndolo con un objeto que no es patrimonio de una sola cultura sino que tiene un lenguaje universal. El abanico.