Little Animals es una serie de siete ilustraciones que combina dibujos a lápiz con fotografía y microrrelatos. Las ilustraciones –en las que la proporción del animal y la persona están invertidas– tratan de mostrar la pequeñez del ser humano en el mundo en que vive y al que cree dominar, su actitud ante la vida, sus miedos, sus problemas, su indefensión y su destino inevitable. Cada animal –entre ellos dos caracoles, un pájaro, una mosca, una salamanquesa, una libélula y una cochinita– va acompañado de un recorte de fotografía de mis hermanos, de mi madre, o mía, de mi álbum familiar de la infancia.
Sobre un caracol y, a modo de carroza egipcia preparada para atravesar el camino de Horus (1), estoy dispuesta a llevar las riendas mi vida, que me transportan de una etapa a otra, de una situación a la siguiente.
El caracol representa mi camino -largo y lento-, sobrellevando todas las vicisitudes de una vida en la que elijo tener una mirada alta y decidida. Tras mi experiencia personal, te doy estos consejos:
Decide el camino para dirigir tu vida.
Otea el horizonte para controlar tus asuntos.
Coge las riendas de tu vida para ser dueña/o de tí.
El caracol común es un molusco gasterópodo pulmonado. Tiene la cabeza bien diferenciada y provista de tentáculos. El pie es de forma plana. El cuerpo esta enrollado en espiral y alojado en una concha protectora. Es muy abundante en nuestros campos y suele verse después de los días de lluvia. En invierno busca refugio en la hojarasca y tapa la boca de su concha con un tabique, que rompe cuando pasa el invierno. (Cita del libro escolar de mi tio Paco: "Elementos de Ciencias de la Naturaleza"- R. Ybarra y A Cabetas, año 1939. )
Dibujo de un caracol de mi casa.
(1) El camino de Horus une Egipto con Asia. En el Antiguo Egipto, el comercio -que se llevaba a cabo a través de diferentes rutas-, era algo primordial para la economía egipcia. Estas rutas comunicaban las minas y canteras con las ciudades de destino, siendo el camino de Horus una de las rutas más vigiladas y cuidadas.
Caracol 2
Caminas lento hacia mi con tu cuerno replegado, no me quitas la mirada y me doblego ante ti. Si no miro no te veo, busco algo y no se qué, solo contemplo mi sombra.
Desde la pequeñez de la niñez se nos presenta toda una vida por delante, todos los problemas y las diferentes situaciones que nos tocará vivir. A veces tendemos a encerrarnos en nosotros mismos igual que el caracol cuando se siente acosado. Y !que difícil es comunicarse a veces!, me encuentro conmigo a solas, miro dentro de mi, sigo mirando y buscando…Y ¿por qué lloraba yo?, y ¿por qué sigo llorando?. ¿Que ocurre dentro de un cuerpo para sentirse tan triste?, y ¿que es la tristeza?,¿es ausencia?, ¿es capricho?, ¿enfermedad o realidad?, ¿es llamada de atencion?… a mi misma!?
Dibujo de un caracol del Monte Petrín de Praga.
Pájaro muerto
7 de agosto
Hoy no he podido dormir y en mi cabeza resuena el tic-tac de nuestro tiempo.
Alguien lo puso delante de mi para que lo observara. Presagio de muerte cercana, dolor profundo al pensar...se que eres tu, yo no puedo recogerte, no puedo retenerte a mi lado.
Deja de sufrir, él te espera a su lado. Nos espera a todos.
Mosca
Los peligros nos acechan de una manera insistente, igual que la mosca que se posa sobre nosotros sin dejar de molestarnos (1). A veces reaccionamos a los problemas de una forma demasiado exagerada, nos complicamos la vida, tomamos decisiones drásticas. Queremos matar "moscas a cañonazos".
Debemos dar tiempo al tiempo, dejar reposar los problemas, alejarnos de ellos para tener una visión mas objetiva. No hay que involucrarse tanto.
(1).En el Antiguo Egipto la mosca era símbolo de valor indomable, insistencia y tenacidad ante el conflicto. Fue la mas alta distinción concedida por el faraón a sus valientes.
El dibujo esta basado en una fotografía tomada en el Monte Petrín de Praga.
Salamanquesa
La otra noche soñé que iba cogida del brazo de mi padre, él era un poco mas alto que de costumbre. Le dirigí la mirada y le dije: ¡Que bien estar contigo de viaje!, ¡Y además en Nueva York!.
Al despertar y, por milésimas de segundo, creí que era cierto. Después un gran vacío me invadió el cuerpo.
Dibujo de una salamanquesa del Paseo Marítimo de Málaga.
Libélula
Creo en el poder de la mente y hoy sabía que la libélula que aparece en mi piscina de vez en cuando estaría en casa cuando yo volviera, y así fue. Era como si estuviera dispuesta a posar para mi toda la mañana para que la fotografiara. Y pude hacerlo desde distintos puntos de vista. Al mirarla me recuerda a una actriz de cine de los años sesenta, de esas que llevaban esas gafas tan peculiares y me imagino que sus alas forman parte de un gran vestido de fiesta, muy vaporoso. La veo con cuerpo de una señorita elegante. No se como éramos capaces de pequeños de cogerla y atarle un hilito en su cola para jugar con ella como si fuera una cometa.
Cochinita
No recuerdo de donde venía la crueldad de partir por la mitad a las "cochinitas" del Jardín de la Catedral para ver en que lado se quedaban sus tripas. Como el que echa cara o cruz con una moneda, nosotros, de pequeños, lo hacíamos con el bicho sin ningún reparo. Es como si el mismísimo Rey Salomón hubiera partido al niño en dos. Una lástima que la madre de la cochinita no pudiera defenderla.
Los oniscídeos (Oniscidea), conocidos vulgarmente como cochinillas de humedad, chanchitos de tierra, marranitos, bicho bola, bicho de humedad o bicho bolita, son un suborden de crustáceos isópodos terrestres con unas 3000 especies descritas. Algunas especies de cochinilla tienen la capacidad de enrollarse sobre sí mismas, formando una bola cuando se sienten amenazadas, o si su espacio es muy pequeño. Su exoesqueleto presenta una forma de acordeón que les facilita este enrollamiento.(Wikipedia)