Un Hito en el Camino: Araucarias
5 de septiembre de 2017
Recuerdo cuando veraneamos por primera vez en Torre de Benagalbón, en el año 1973. Ese fue el último verano de mi abuelo Paco.
La zona cercana a la playa no ha cambiado mucho aunque entonces estaba bastante menos poblada y en algunos tramos han construido de forma masificada y con estilo diferente a los típicos chalets unifamiliares que allí existían.
Lo que si ha variado bastante es la vegetación. Siendo aquella una zona de huertas lo que abundaba eran plantaciones de patatas, tomates, pimientos y diferentes frutos que íbamos a comprar directamente a la huerta. Todavía existen algunas. Esas plantaciones estaban separadas del camino de la playa –antigua vía del tren que iba de Málaga a Vélez, y al que llamábamos “la cochinita”– por una hilera de cañas, donde nos escondíamos en nuestros juegos.
En el paisaje actual llaman la atención una serie de “araucarias” que plantaron algunos vecinos en sus casas y que ahora sirven como puntos de referencia para situarse en el mapa costero, a modo de “mojones” de carretera.
No sé quién plantaría la primera, pero una de las que recuerdo más antigua es la de la vecina que linda con la casa de mi madre. Lo cierto es que le tenemos bastante aprecio. Tanto es así que a los pocos años de plantarla un vándalo le cortó la copa en la época de Navidad y a su dueña le dolió aquello bastante, pues decía que ese árbol era para ella como otro de sus hijos al que veía crecer poco a poco. Afortunadamente el árbol se fue recuperando y a día de hoy esa araucaria es una de las más altas de zona.
Estas coníferas procedentes del hemisferio sur (que llegan a alcanzar hasta cincuenta metros de altura) protagonizan algunos de mis sketches de la zona.
