Un Día de Esos

El cáncer se lo llevó en pocos meses hace ya bastantes años. Durante la primavera se quejaba de dolor de espalda o de que la comida le había sentado mal. Quería sentirse acompañado en sus últimos días y venía a ayudarnos en lo que fuese necesario, incluso para ir al supermercado. Recuerdo que al coger una botella de agua no podía levantar esos cinco litros que para su espalda eran como una losa pegada al suelo. En verano se fue definitivamente. Nos dejó una cicatriz oculta bajo la ropa y el maquillaje pero que duele, a menudo, con los cambios de tiempo. El paso de los años la va atenuando, cada vez el dolor es más soportable. Pero a veces, algún día cualquiera, sin saber por qué se recrudece. Viene a mi mente su mirada, su tristeza por intuir que nos dejaba aunque nunca se lo dijimos y un sentimiento de amargura se apodera de mi.

Hoy ha sido un día de esos.


(Cianotipia sobre tela. Escrito el 10 de junio de 2018.)

June 11, 2018

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