Cuando Nono trabajaba en Foster & Partners de Londres me regaló uno de los cuadernos que usaban para hacer bocetos. Un Daler-Rowney, con papel de 150 gramos donde el rotulador calibrado desliza razonablemente y admite el agua de la acuarela bastante bien. Su precio es asequible. Aunque no tiene un comportamiento ideal para ninguno de los dos medios, en ese momento respondía a las expectativas de mi dibujo. Me gustaba bastante dibujar en él y usaba un tamaño 21 x 15 centímetros (A5), tanto vertical como apaisado.
Un día me decidí a comprar cuadernos Moleskine para acuarela, de tamaño 21 x 29 centímetros (A4) y le regalé uno a Nono. Su papel es de 200 gramos, con un veinticinco por ciento de algodón. Desde entonces, y por el momento, los dos dibujamos en ese formato y estamos muy contentos con el cuaderno. El único inconveniente es que resulta un poco grande para llevarlo a diario.
El que aparece en el video es mi primer cuaderno Moleskine terminado (en junio de este año). Y es donde hice los dibujos que formarán parte de la exposición conmemorativa del X aniversario de Urban Sketchers Málaga que tiene lugar desde el día 10 de octubre al 24 de noviembre en las Salas Mingorance I y II del Archivo Municipal de Málaga.