María del Mar

Con el sentimiento de un niño que llora cuando su madre lo deja, así lloré yo cuando me diste la noticia de que tenías cáncer. Tu misma me consolaste a mí. Un consuelo que era fruto de esa venda cegadora que dicen se les pone a las personas con cáncer delante de sus ojos para no ver. En ese momento supe que una parte de ti nos dejaría y también lo supe cuando antes de comenzar el tratamiento decidiste raparte el pelo.

Con la alegría inconsciente del que no sabe lo que le espera afrontaste las primeras noticias de tu enfermedad, las primeras pruebas. Pero poco a poco te fue entrando el miedo. Ese miedo que a mí y a tu familia más cercana nos sobrecogió desde un principio.

Aquí estamos y estaremos contigo, con nuestra relación tan especial, tan especial como tu eres.


Escrito en febrero de 2019.

September 14, 2019

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