El Mochuelo
Ilustración inspirada en una fotografía de Kike Larrarte.
Uno de los destinos de mi abuela María Luisa como maestra antes de trasladarse a Málaga fue Vélez Málaga. Mi madre pasó allí parte su infancia. Ella habla de aquella época con añoranza y, a veces, dice que quizás se hubieran tenido que quedar a vivir allí.
Entre sus recuerdos están unos dulces, los "mostachones de Vélez". Hoy día los siguen haciendo, pero ella dice que su sabor no tiene nada que ver con los que comía de niña. También recuerda que cuando tenía unos cuatro años tuvo una mascota muy peculiar. Era un mochuelo, es decir, un búho pequeñito. No sabe cómo llegó a su poder, pero es probable que se lo regalara Araminta, una criada que tuvo su madre. Mi madre dice que el mochuelo la acompañaba en sus juegos y que lo cogía en brazos como a un bebé. Un día al sentarse en una sillita que ella tenía y, sin darse cuenta que el mochuelo estaba encima, lo aplastó. Le dió mucha pena y de vez en cuando nos cuenta la historia.