Ayer en el Pombo, hoy en La Bella Julieta

Como dice la canción Temas Amables de IZAL, algo tendrán aquellos lodos en los que vivimos para necesitar sumergirnos en los mismos sitios.

Ya he contado en varias ocasiones que de pequeña viví en el número siete de calle Santa Lucía, actual número nueve. En los bajos de la casa el negocio más antiguo que yo recuerdo es el Bar Pombo. Cuando cerraron el bar abrieron Rodier, una tienda de ropa de señora con la que mi madre estaba muy contenta.

A finales de los "ochenta" fue cuando la tienda de discos Candilejas (trasladada recientemente a la Plaza de Eugenio Chicano) se instaló en el local de Santa Lucía. Hace escasamente un mes han abierto una franquicia del sector de la restauración, La Bella Julieta, donde he desayunado en varias ocasiones.

Yo llevaba varios años sin entrar en ese local y hoy estando sentada en el bar me he sentido como en casa. Me he sentado mas o menos donde estaban las mesas del Pombo y he recordado de manera especial a los camareros y también cuando bajábamos mis hermanos y yo a ver la televisión, pués nosotros todavía no teníamos. Veíamos concretamente la serie Marcelino pan y vino, que nos encantaba. Junto al olor a madera nueva y la claridad de las luces modernas me he transportado al espacio mental de hace más de cincuenta años y he sentido mucho bienestar. He recordado de nuevo a mi padre y a las fuentes de ensaladilla rusa que le regalaban los del bar y que mi madre no nos dejaba comer porque no se fiaba de la higiene. Al recordar todo eso, en mi cara ha aparecido una leve sonrisa, y, tanto el camarero como la chica que está sentada en la mesa de al lado me han mirado con asombro.

April 12, 2018

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