Arqueología de lo Cotidiano

Mi padre y yo teníamos algunas aficiones comunes. Una de ellas era la carpintería. Comprábamos herramientas "a medias".

En su taller casero -un armario- había de todo, además de lo básico tenía fresadora, caja de ingletes, diferentes tamaños de gubias, taladro, sierra circular, etc. Hicimos algún que otro mueble juntos y algunas reparaciones.

Años después me apunté a un taller de restauración, en el que arreglé y di una nueva vida a gran cantidad de objetos.

Era la época en la que yo iba recogiendo de la basura todo aquello que los demás tiraban. Aunque no tardé mucho en seleccionar lo que creía merecía mas la pena.

Aprendí a distinguir diferentes tipos de madera, a decaparla, limpiarla, tratar la carcoma, hacer tintes, marquetería y a barnizar con muñequilla y goma laca.

Hace poco he retomado esa actividad restaurando un banquito de madera que perteneció al Convento del Císter. Mientras lo arreglaba pensaba en el valor sentimental de los objetos. Me preguntaba ¿qué manos lo habrían tocado, qué pies lo habrían pisado, cuál habría sido su utilidad, qué secretos guardaría?

Al limpiar los objetos perdemos su huella física, pero no la sentimental.

Igual me ocurrió hace ya bastantes años cuando arreglaron el Parque de Málaga. Una vez levantados los ladrillos del suelo quedó al descubierto la tierra que un día pisamos de pequeños. Al contactar con esa tierra pensé que quizás yo iba poniendo el pie en el mismo sitio que de niña lo hiciera de la mano de mi padre, con mis hermanos y mi madre. Quizás allí estaban sus huellas, lo sentí a través de mi cuerpo y de mi mente. Me convertí por un instante en arqueóloga de mi vida y me remonté a estratos anteriores de mi propia civilización. Sentí el pasado en el presente. Tuve una sensación agradable.

Ya lo decía Ismael Grasa en su libro La hazaña secreta : “Son pequeñas cosas por las que respira el transcurso de las décadas. Porque las casas no solo deben ventilarse de vez en cuando abriendo los balcones, sino que parecen exigir también aliviaderos por los que fluyan el tiempo y las generaciones”. 1

June 27, 2020

Writing